Una de las adicciones que tratamos en nuestra consulta de sexología en Bilbao es la del voyeurismo, es decir, la necesidad de ver, generalmente, sin que se den cuenta las personas espiadas, a una pareja o una persona mientras están realizando una actividad sexual, sea del tipo que sea.

Se ha comprobado que el perfil mayoritario de quienes sienten placer observando a otras personas practicando el acto sexual o cualquier otra actividad sexual es el de varones adultos que en su infancia recibieron una estricta educación, personas que además son poco seguras de sí mismas y poco agresivas. En Albora-Bide Sexología encuadramos en voyeurismo, palabra procedente del término francés voyeur, que significa mirón, dentro las más de 130 parafilias que se conocen en la actualidad, es decir, todas aquellas actitudes o actividades que practica el ser humano para obtener placer y excitación más allá de las relaciones íntimas y tradicionales.

El hecho de no ser descubierto por las personas espiadas genera una emoción que incrementa el placer que produce lo que se está viendo. De ahí que en nuestra consulta de sexología en Bilbao no consideremos voyeuristas a quienes simplemente son aficionados a la pornografía o a quienes pagan por ver un acto sexual en vivo, aunque en cierta medida sean parafilias relacionadas.

Además, la mayoría de los voyeuristas, que no siempre tienen que masturbarse en su acción de observar, se arrepienten tras realizarla, independientemente de que hayan sido descubiertos, declarándose incapaces de no hacerlo si se les presenta la oportunidad para ello.